Innovadental 8 - 0 Campingvan.es. Simplemente, cojonudo.

Ingeniero y en el paro. Algo de esa guisa, digo yo, puede explicar que a las dos y pico de la noche me apetezca una crónica idiota. Una mezcla entre la parrafada de un tipo que se ha tomado una copa y una patente de corso de Pérez Reverte. Salvando las diferencias.

Ganamos ocho cero. Eso ya lo habéis visto en el titular. Sí, jugamos muy bien, atacamos mucho y defendimos mejor, todo chachi piruli. Esperábamos un rival duro, correoso. Así fue al principio. Ordenaditos, manteniendo el tipo, achicando balones. Y un dos cero que evidenciaba por quién estaban las apuestas pero que no sentenciaba. Los goles, en propia meta y de Víctor en un jugadón. Hubo palos y demás ocasiones, lo típico. Y ellos, nada de nada arriba. Sólo la desesperación de Gabri simulaba cierta histeria injustificada.

En la segunda; devastación. No supieron salir de su campo y César sólo hizo una estirada para la foto. Robábamos enseguida y se sucedía el bombardeo. Jacobo ponía la música y Víctor el alcohol en la fiesta amarilla. Un par de goles de cada uno. Pero lo mejor, el show de Lobo, protagonista absoluto. Los compañeros, a sus pies. Bailaron también Quique y Álex, este último de cabeza –hay que tocarse las narices.

Para grabar la segunda parte. Puro acoso y derribo que terminó con el rival ligeramente desquiciado. Pepe se apuntó a la fiesta y sacó a pasear la mano derecha. Amarilla a Lobo y dos expulsados de los verdes. El entrañable colegiado proclamó que ¡Debe ser mi culpa el resultado!, cuando expulsó a su goleador.

Total, que muy bien. Wow, como diría Pep. Yo prefiero decir de puta madre y así todos. Ahora, a cagar y a dormir. Es lo que tiene escribir para cuatro amigos, que pones lo que te da la gana y te la suda.